7 dic 2014

Secretos

Se despierta con el corazón en un puñal,
en el mismo sitio en el que se juraron eternidad
si la eternidad es efímera,
como los besos que se daban;
quemaban.
                     Quemaban tanto que escocía lamer las heridas,
             lamer sus labios
y las falsas promesas de un futuro incierto.
Un futuro exactamente igual que el pasado.

Pero cómo iba a imaginarse que los sueños que la mantenían a flote
serían la causa de su naufragio.

Colecciona despedidas a medias y espinas que hierven,
y le hierve la sangre cada vez que escucha esa maldita canción.
Colecciona recuerdos en botellas de whisky barato,
batallas perdidas que jamás se lucharon.
Qué juglar se atreve a cantar una historia que jamás sucedió.

Y cómo va a bailar sin música,
sin unas manos que le tarareen recuerdos de un tiempo mejor,
cuando rozaba las estrellas que no se ven en Madrid.

Cómo coño va a bailar sin alma.

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