25 feb 2012

We swim.

Nadaba impotente en un mar de dudas. Olas de preguntas trataban de ahogarla, y era inútil luchar contra ellas. El tiempo apremiaba, pero no quería responder, no quería decidir; solo quería bucear hacia las profundidades, allí donde la falta de oxígeno le impidiese pensar...Hacía tiempo que no consultaba nada con la almohada, porque ésta solo le susurraba pesadillas. Maldita la hora en que su corazón comenzó a desobedecer.

Su sonrisa se había consumido con el último cigarrillo, pero ni el vendaval más fuerte era capaz de volar las cenizas del pasado. Un escalofrío acabariciaba su espalda con cada recuerdo, y cada recuerdo era una ola más atacandosu diminuta y exasperantemente débil embarcación. Ella antes no era así; ella era fuerte, fría, calculadora, magestuosa, con una capacidad de decisión increbrable. Pero hoy sentía cercano el naufragio, y si éste ocurría, hasta las oscuras pesadillas reveladas por su almohada parecerían los más dulces sueños comparados con la realidad. Maldita la hora en que su corazón comenzó a desobedecer.